Debemos dejarnos de órdenes, caprichos y costumbres y plantearnos las cosas desde dentro de nosotros mismos: decidir qué hacer con nuestra vida; por esto, queramos o no, somos libres. Aunque podamos “hacer lo que queramos”, no debemos confundirlo con hacer lo que nos venga en gana.
Pero vivir no quiere decir pasar el tiempo: hay que vivir lo bien. Se nos dice que para vivir felices hay que hacer lo mejor posible o estar lo mejor posible desde cualquier punto de vista.